Observándome sin Juicios.... y con ellos
Trabajos personales y cartas sin entregar. Lugar para compartir mis sentimientos y pensamientos con pocos filtros...
martes, 14 de mayo de 2013
¿Depresión?
Me pesa mucho la afirmación popular que ser feliz es cuestión de decisión. Porque, por más que decida ser feliz, no lo logro. Y trato de aceptar esa tristeza, por días, por meses.... Para observarla, para reconocerla, para entenderla, para encontrar su sentido, para aceptarla. Y, está ahí, me acompaña, no me suelta. Y, concientemente no me aferro a ella. ¿Para qué estar triste? ¿Para llamar la atención? Si es para llamar la atención entonces ¿para que escondo mis lágrimas de los demás?
Yo debería ser feliz.
Yo debería ser responsable de mi felicidad.
Yo debería....
Yo debería....
Yo debería...
No culpo a nadie y no estoy feliz. No sé ser feliz.
Y algunos terapeutas, aún gestálticos, me acusan de dramatizar las cosas.,.. A veces me veo dramatizando, es cierto... Como cuando deseo morir... Como cuando quiero huir.... Como cuando me quiero divorciar... Y a veces me canso de darle tanta energía "negativa" a las cosas y la polaridad no es felicidad, es una polaridad conforme, aburrida, una polaridad confluente.
Porque no sé lo que quiero. ¨Porque no conozco lo que me gusta. Porque tengo en estado de coma la capacidad de gozo.
Y, para mi, no es cuestión de decisión. O porque las cuestiones de decisión no son tan fáciles. Porque esas frases tan PNL no me funcionan. Porque no es cuestión de reemplazar lo que hay con lo que quiero que haya. No es cuestión de ponerle crema a la mierda para que deje de ser mierda, diría una amiga. No es cuestión de fantasear con la luz, sino de hacer consciente la oscuridad.
Y no logro entrar en contacto con esa mierda, con esa sombra.
lunes, 22 de abril de 2013
Tristeza
Hoy siento tristeza. Ganas de llorar. Me cuesta permitírmela porque no encuentro razones para sentirla. Tambien me pregunto si será real o será simplemente la emoción negativa que me permito sentir. Porque esta mañana sentía rabia. Enojo con esa persona con la que comparto mi vida porque no cumple mis expectativas. Porque me siento abrumada en mi maternidad y no creo que esas responsabilidades, que considero deberían ser compartidas, lo estén. Al mismo tiempo me doy palo. Porque yo sola asumí esas responsabilidades con la profunda y equivocada convicción que debía proteger a mis hijos de su padre. Y hoy no sé como revertir esa decisión. No sé como hacer para reestablecer un vínculo que yo rompí. O más bien, ¿cómo hago para soltar mi responsabilidad en un vínculo que no es mío? Hoy creo que es mejor un vínculo autoritario que un no-vínculo. Que el no-vínculo que ha sido intermitente con mi padre, a pesar de estar segura de que siempre ha existido amor profundo de parte y parte. Y me veo incapaz de vincularme con el mundo. Quizás porque busco la manera "correcta" de hacerlo. O será que resto valor a los vínculos desde lo superficial, desde lo cotidiano. Porque en este momento es tan superficial para mí el algoritmo de Dijkstra, como la política, como una cartera Carolina Herrera. Y no quiero ya vincularme solo desde lo racional, por profundo e inteligente que parezca.
domingo, 17 de febrero de 2013
Introyectos Maternales
Volviendo al tema de feminismos, por momentos pienso que exageré en mi reacción en mi publicación anterior. Y aclaro que para mi es una opción absolutamente respetable que una mujer decida no ser madre. Y no es tan respetable cuando una mujer decide ser madre para cumplir un requisito cultural. Y en eso concuerdo con Florence. En lo que no concuerdo es llamar involución a la tarea que hacen tantas mujeres al informar y luchar por una crianza más apegada. Estas mujeres quieren criar a sus hijos, amamantarlos prolongadamente, en algunos casos escolarizarlos ellas mismas o desescolarizarlos. Buscan no romper una exterogestación tan importante para nuestra especie, buscan disfrutar de su maternidad y que sus hijos tengan la oportunidad de crecer de manera desinstitucionalizada al menos sus primeros años de vida. Estas mujeres comparten sus experiencias con otras que por lo general tienen los mismos intereses. Estas mujeres leen mucho, están informadas sobre los estudios neurobiológicos que soportan sus acciones. Deben hacerlo porque tienen una sociedad que critica cada acción que toman. Y estas bellas mujeres, las que conozco, no están luchando para que esto sea una OBLIGACIÓN, ni para que todo el mundo haga lo mismo. Estas mujeres no están creando nuevos introyectos. Si los están creando, no es esa su intención. Estas mujeres, incluyéndome, queremos tener la opción de criar a nuestros hijos y no delegarlo a terceros, queremos que se deje de desinformar en procesos de parto y lactancia de manera que cada madre pueda tomar decisiones libremente.
Me parece que decir que se está obligando a las mujeres a la maternidad porque se informa de temas de lactancia y parto, o porque se solicita un postnatal prolongado o por exponer sus ideas sobre la maternidad, es como decir que al informar sobre las ventajas de la leche materna se está obligando a las madres a amamantar y se está maltratando a quien da biberón. Esto pasa, pasa mucho. Informar sobre los beneficios de la leche materna es con frecuencia tomado como afrenta a quien no pudo amamantar. Informar sobre los beneficios de una maternidad apegada y prolongada parece ser una afrenta al feminismo. Y esto es, en mi opinión, una manipulación de la información.
viernes, 15 de febrero de 2013
De feminismos varios...
miércoles, 13 de febrero de 2013
¿Perdón?
Hoy me he encontrado con varias publicaciones sobre EL PERDÓN. La verdad es un concepto que me hace mucho ruido tal como se ha entendido culturalmente. Para mi el perdón es algo que hago yo, porque decido no cargar más con un resentimiento. Es un perdón libre y desinteresado, independiente de si el otro lo merece o no. No perdono para liberar al otro de su culpa, pues considero que esa culpa, si la siente, es responsabilidad del otro.
Tampoco comparto el "pedir perdón" tradicional. Si creo que he hecho daño a otros, me disculpo de corazón. No lo hago por complacer al otro o por obtener su aprobación o por ser buena. Es responsabilidad del otro decidir si quiere seguir cargando con su resentimiento o decidir que no puede hacerlo aún por el motivo que sea. El perdón como obligación, como deber, como bondad, definitivamente no tiene sentido para mi.
Además pienso que perdonar puede ser una manera de evadir la responsabilidad sobre lo que estoy sintiendo, de negar esas sombras que hay en mi, negar la rabia, el desengaño o la tristeza que siento en el contacto con el otro. Es una manera de evitar el conflicto, de no preguntarme que hay detrás de mi emoción. Puede ser también hacer responsable a otros de una emoción que es mía y que no quiero sentir.
Y me pregunto nuevamente: ¿Porqué me hace tanto ruido? ¿Porqué me molesto por lo que piensen los demás sobre el perdón? ¿Qué hay detrás de esa molestia?
miércoles, 23 de enero de 2013
Experimentando ser terapeuta
lunes, 14 de enero de 2013
¿No Te Lo Tomes Personalmente?
Y me lo tomo personalmente... y quiero castigarlo, quitándole mi afecto... y la que se hace daño soy yo... me pudro por dentro... porque la que necesita expresiones de afecto soy yo, eso para él no es castigo...
Y luego de una noche sin dormir pensando en que no merece mi cariño, me acerco... Y me doy cuenta que la castigada era yo, porque era yo la que necesitaba los abrazos, las caricias... En el fondo me castigaba a mi misma...